Señales del Alba

Ventanas al mundo.

Son muchas las estancias donde podemos contemplar los rincones oscuros y las inercias enfermizas de muchos tiempos y espacios.

Algunos representan un teatro con la intención de atraparnos con sus telas de araña.  Se les llama "medios de comunicación de masas" y conocen muchas artimañas para enredarnos y amasarnos en los "miedos de incomunicación". 

¿Qué propósito tienen? 

¿Informarnos o uniformarnos en miseria e indefensión?.

Usan las mismas estrategias de "siempre", pan y circo, palo y zanahoria y caldean el ambiente intentando forzar como única salida la idea de "revolución social".

Releer la historia nos ayuda a ver los tejemanejes ocultos que trajeron muchas guerras, y llevamos muchos siglos como para seguir yendo a la iglesia a bendecir bombas, al bar a ahogar las penas o a la guerra para traer más pobreza, dolor, ignorancia y rencor.

La revolución social se hace en el campo de batalla de cada un@ de nosotr@s y sin derramar la sangre. Nos toca saber por qué llorar, y saber hacer y compartir la Paz Individual.

Ventanas al mundo, balcones al Alba.

Siendo conscientes de esos rincones de oscuridad y enfermizas inercias, algun@s nos abren otras puertas que nos van señalando algunos laberintos para compartir la apertura de consciencia y salirnos de la hipnosis.

En "Mi lista de blogs" están algunos enlaces que me abren  puertas para poder mirar a través de los ojos de personas que han ido descubriendo y siguen explorando el escenario de la gran mentira y también nos acercan a propuestas muy creativas en las que podemos sembrar y cultivar nuestra Humanidad.

Me siento afortunada y agradecida por su compañía y aprender a su lado.

Encuentro en sus artículos miradas creativas con pensamiento crítico para invitarnos a ser partícipes de una reflexión colectiva, para recordar individual y colectivamente cómo hacer una revolución social desde la revolución interior.

Comparten los impulsos de los latidos de su corazón investigando alternativas que nos acercan a rechazar la herencia histórica de esclavitud y violencia y embarcarnos en el rumbo de nuestra libertad para poder ofrecer a nuestr@s hij@s nuevos horizontes.

Una auténtica revolución interior está en marcha.

El  núcleo de la esencia de la Humanidad comienza a palpitar con más fuerza a través de las acciones individuales generando un latir colectivo.

Una revolución que muchas veces parece inaudible ante el ruido atronador del imperio y sus ejércitos de marionetas pero que puede escucharse perfectamente cuando prestamos atención y sintonizamos su frecuencia vibratoria.

Una revolución que penetra y avanza entre las trampas ilusorias de luces y sombras que usa el sistema para mostrarnos gigantes en su empezuñamiento de empequeñecernos. Pero eso es sólo una distorsión perceptiva que  podemos eliminar desde nuestro interior.

En muchas ocasiones hemos pregonado nuestros "deseos de paz y amor" esperando la llegada de una mano invisible que borrara la tragedia y dibujara la sonrisa en el rostro de la vida.

Durante mucho tiempo hemos delegado nuestra responsabilidad en entidades externas y es evidente, a través de una buena revisión del pasado, que eso ha dejado muchas muertes de hambre y violencia mientras otros "vivos" se han ido llenando de lujo y privilegio. 

Y eso ha sucedido y aún sucede de una forma descarada e insultante, ante nuestras propias narices. 

Vuelven a aparecer tras el telón y las pantalla con su boca repleta de las mismas palabras vacías de contenido para intentar dar otra vuelta de tuerca al garrote vil escudándose en sus índices de hipnoaudiencia.

¿Qué nos sobra? ¿Qué nos falta?

Nos adiestraron para instalarnos creencias limitantes. 

Una de ellas nos tatuó que la solución vendría de fuera. Bien sea a través de un voto en la urna política o invirtiendo en  parcelitas del cielo con el compromiso de mostrarnos sumis@s creyentes aunque no necesariamente practicantes.

Hace ya muchos, muchos, muchos años que algunas personas se dieron cuenta del engaño y nos han ido dejando señales a través de los siglos. Y en estos tiempos y espacios un número cada vez mayor asume su propia responsabilidad en recoger el testigo y el compromiso activo de llevar a cabo la propia revolución interior.

Es imprescindible alejarnos de vaguezas, venganzas y apatías, de distracciones y de señalar fuera o esperar que sean otr@s quienes hagan nuestra labor.

Cuando nos tiembla el puslo los reglones salen torcidos y las palabras deformadas, cuando nos tiembla la voz el mensaje tartamudea y se engancha en el ruido.

¡Basta ya de "ojalá"  y de quizás improbables, de rogar compasión mendigando limosna!. 

Es el momento de caminar sin miedo ni creencias limitantes, asumir la responsabilidad.

Ya es la  hora de atender las señales del Alba y alumbrar el poder que, sin duda, nos habita en nuestro interior. Solo espera que la propia  voz interior pronuncie su "¡SÍ!", con certeza.

Oasis

LUZ DEL ALBA
 

Ojalá
desde un tiempo marchito
un quizá se desnude entre hojarasca
de un tal vez,
errante en los ancestros,
donde aún vibra con fuego
y, así, acaso, expansione hacia el retorno.
Ya descalzo,
en su barro primigenio
sin el fango del cúmulo de amnesia
sienta el limo de esencia del latido
y se eleve en la arena movediza.

Tal vez, acaso yo,
si a pesar de la hipnosis de lo oscuro,
si esa lumbre que atisbo y que reniego
invoca luz del alba,
quizás yo
si retiro mi rechazo,
si disuelvo mis miedos de siglos descreídos
y resuelvo mis dudas en sueños procreados,
si me absuelvo de culpas,
si me envuelvo en eones
y en mí vuelvo...

Crece un sí
fértil, lejos de acasos y de un frágil tal vez
pues quizá no es seguro
y ojalá sólo un ruego de promesa improbable
y en mis manos de barro late un mundo de ingenio
con las puertas abiertas,
con ventanas a un bosque y balcones al mar.

Desde la Luz del Alba
siembro en: siento, pienso, afirmo...
Acento en certidumbre
¡Sí!
Yo creo mi cosecha.

 

Zeny