jueves, 24 de noviembre de 2011

Diario de cicatrices

"...pupa aquí..." 

Lavamos bien la herida y la curamos y si ha sido pequeñita no nos quedará ni rastro y si nos queda una cicatriz contaremos de "mayores" la aventura donde nos la hicimos. En cualquier caso, con valentía infantil y una tirita de ternura, volvemos a jugar.. incluso al mismo juego donde nos caímos...

Eso es VALOR y no el precio de los productos en un supermercado o una inversión bancaria.

La sociedad del adiestramiento y sus deshumanizadas costumbres favorece que tod@s hayamos acumulado pequeñas y grandes heridas que no hemos curado debidamente y cierran en falso, provocando dolor e incluso infección que puede ir carcomiéndonos y devorándonos. 

Duele abrir esa herida pero ¿qué podemos hacer? ¿esperar a que la infección se generalice y nos llegue a una gangrena?

Heridas del alma ... que van más allá de nuestro cuerpo físico y arañan o desgarran nuestra mente, nuestra emoción o nuestra conciencia...

La cara es el espejo de alma. ¿A qué esperamos para abrir nuestras heridas y curarlas? De esa forma se convierten en cicatrices, un mapa de vivencias de lecciones aprendidas.

No conviene guardarnos el dolor de la heridas. Valor es saber mirarlas, abrirlas y darle los remedios saludables que requieren.

¡Grita si es necesario!. Grita un instante y libera el dolor. Grita para asumir el valor de abrir las heridas cerradas en falso. Y luego, con ayuda del silencio, sana tu H_alma...

Oasis


Diario de Cicatrices

Cuando es denso el orgullo de una herida,
esas huellas del filo de la espada
no pueden calcinarse
con la pira funeraria del olvido.

El llanto es un oasis de sulfuro,
un ácido fluyendo en las arrugas
de las tumbas malditas de un desierto
de arenas del rencor.

En bífidos suspiros de la lengua
el áspid del despecho y la venganza
acecha vigilante
para escupir su cárcel del veneno.

¡Me despeñó el dolor. Solo soy barro
entre rocas de sal!

Zeny

CONDENA

Tal vez quiso un descuido del azar
que ahora, entre mi sueño imaginario,
la rúbrica del aire fuera "Amar" 
y "Amar" fuera su eco solidario.

A instancia de algún lapsus de memoria
que habita en corredores de la muerte
cobijo esta palabra aleatoria
en aras del indulto que se advierte.

No es prófugo el Amor, lo es su sombra
porque es pisoteada y se rebela,
al ser más un felpudo que una alfombra
se torna pesadilla en duermevela.

Por cómplice y testigo del abrazo
declaro en su favor por la ternura
que anida en el edén de ese regazo
a fin de poner fin a su clausura.

Si acaso fui fiscal de su sentencia,
en juicio de etiqueta del olvido,
reclamo con su nombre la inocencia
y exijo absolución de su apellido.

Zeny


2 comentarios:

  1. Es que das siempre en el clavo hermanita.Aparte de ir a la psiquiatra fuí durante años a una psicóloga y no te puedes imaginar lo que solté...todo lo que me pudría el alma desde muy pequeña.Claro que hay cicatrices pero van cerrando y duelen sólo un poco, mis especialistas "salvadoras" me obligaron a mirar de frente mi situación, era un dolor tremendo, me enfadaba y me iba pero volvía, ahora las estaré eternamente agradecida.O sea que tu entrada me ha venido al pelo.
    Abrazos a los tres. Domi

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  2. :)
    Tal como hemos sido adiestrad@s y tal como se ha ido montando el chiringuito el sistema, lo extraño es que algún/a Human@ no tenga heridas sin curar. Y si existe me gustaría que compartiese como se protegió y se libró de heridas profundas.

    Y mientras esa voz aparece... lo que nos queda al resto de Human@s es saber mirar y afrontar el dolor de abrir la carne de nuestra esencia para cicatrizar los miedos y la ignorancia, con el valor y el propósito de seguir cultivando armonía y equilibrio individual y colectivo en esta Madre Tierra que nos ofrece alimento, cobijo y compañía.

    Gracias amiga. Besabrazos de valor

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